enero 29, 2008

Princesas, príncipes y sapos

Estaba leyendo un texto de un fotolog, en una de mis caminatas de paseante postmoderna, algo sobre los príncipes azules y las princesas, en el que se planteaba la posibilidad de atesorar la famosita historia aún sabiendo su calidad de ficción o, como diría un conocido, su mera cualidad de discurso cultural occidental.
Efectivamente tal historia infantil no tiene mucho asidero en la realidad, pero tal como leí por ahí buscamos la forma de convertirlo en algo concreto y anhelamos que la historia de amor del chileno que se casó con la sueca que conoció en Miami tenga mucho de cuento de hadas y poco de una historia de dos seres humanos que decidieron unirse bajo el tenue discurso del amor occidental.
En este sentido son cientos de ejemplos los que pueden citarse para reafirmar la idea de que el príncipe azul existe todavía y que en algún momento de la vida te puede tocar a ti ser la afortunada princesa y que algún guapo príncipe llegará a rescatarte. Porque en el trasfondo de la historia reside el hecho de que debes ser rescatada y, aunque nos creemos modernas y no necesitamos de un protector, si culturalmente insistimos en la famosa historia, insistimos en que queremos ser rescatadas.
Y qué mejor ejemplo que ese programa de citas de Canal 13, "Amor Ciego". He pensado en la posibilidad de que me pongan al frente no un montón de príncipes, sino de sapos con potencial, a los que debo descubrir tras una serie de pruebas tontas, de citas de cinco minutos, de declaraciones de amor patéticas y mamonas o después de una tarde de juego con críos llorones.

Honestamente nunca me han gustado los hombres demasiado bonitos (excepto un par que resultaron ser un fiasco), la cara no me parece algo trascedental, pero que ni siquiera me den la posibilidad de elegir al grupo de prospectos es algo que me desagrada completamente, en última instancia creo que cada uno puede decidir, entre los normales, aquel que le parece más interesante o atractivo y no que un director de TV, con el afán de llamar la atención con sus pocos agraciados participantes, considere los elegidos.
No me gustaría enamorarme de ninguno de ellos, no por feos, sino por tontos, porque las formas que el programa establece para 'enamorar' a la princesa sólo hacen que a los prospectos se vuelvan más idiotas y menos interesantes para formar una pareja.
Y todos quieren rescatar a la princesa, la cual extrañamente cumple muy bien su rol. Ante todo, es una mujer joven (23 años) muy guapa, parece más bien modelo que una mujer normal, es independiente, un poco arrogante y trata de demostrar que ella no necesita de un compañero, característica típica de la 'mujer moderna'. Junto con ello se destaca que la princesa tiene una vida bien sufrida, de manera similar a lo que ocurre con las princesas de los cuentos y en este momento, aunque no lo diga, quiere ser rescatada.
También me parece curioso el hecho de que los galanes deban jugársela sí o sí por ganar el amor de la joven, todos deben volverse pátéticos en algún momento y pronunciar una declaración de amor tan cursi que parecen poemas de amor leídos en la web, todo para no abandonar el castillo de la princesa. Uno que otro participante suele citar, a medias, a Neruda pero a estas alturas es casi como cantarle una canción de Cristián Castro. Raro es que a todos les haya gustado la señorita, cierto que es una mujer atractiva, pero y ¿si es pesada?, ¿arrogante?, ¿insoportablemente engreída?, ¿le gustan los lujos y los restarauntes caros? Entonces, todos siguen demostrando lo patético que son los participantes, ninguno de ellos ha dicho 'me voy', ella no me gusta. Sino todo lo contrario.
Una armazón perfecta para el mejor de los cuentos que leímos cuando éramos chicas. Una nueva vuelta de tuerca a la historia que la cultura insiste en mantener a fuego. Nuevamente, el formato de lo 'real' es el que gana más adeptos, en este caso con el condimento de ese amor mágico digno de cuento de hadas.
Dicen que el amor es ciego, sordo y mudo y en este caso creo que podríamos agregar bruto. Las luces de un estudio de televisión han insistido en mantener la ilusión de los cuentos, dándole énfasis a la que narra el hechizo del príncipe-sapo. Recordemos que la historia se acaba cuando ambos se besan, nada se sabe de lo que pasó después, porque aunque digan 'y vivieron felices comiendo perdices' nada asegura la eternidad de la relación.
Y en este caso, menos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Anto. Me gusta que te refieras al tema de este programilla nuevo del 13 porque me sucedió algo bastante similar a lo que señalas. Creo que puedo agregar mi descontento con el tema de género que el show plantea y con eso no me refiero solo al estereotipo ultra hiper mega estereotipado de la princesa que personifica la "minita" del show, sino que me refiero por sobre todo a los estereotipos de los sapos (como tú los llamas). Para hablar y criticar hay que ver estas cosas, así que me he detenido en algunos capítulos, por ejemplo el primero, en donde se le presentan a la señorita hombres muy guapos que luego son reemplazados por los que ya conocemos, haciendo aún más énfasis en una información obvia: los chicos no son agraciados. Mucha gente en la televisión incluida Katty K (la animadora), señalaron que habían escogido hombres 'normales', omitiendo claro que la princesa no tiene nada de normal, hablando en terminos de la chilena "común y corriente" que no tiene ese cuerpo ni es tan bonita. Creo que lo que se muestra en el show es precisamente eso, un espectáculo bie triste de los estereotipos que manejamos y los que queremos alcanzar. Al igual que tú, me parece tan impresionante que ninguno de los hombres haya dicho que se va porque no le gusta la niña, incluso uno que se fue y dijo que nunca le gustó la pincesa estaba al otro día diciendo que entraría en el repechaje. El programa parece una lucha de egos de chicos que en la cotidianeidad de su existencia jamás hubiesen soñado siquiera hablar con la rubia modelo, parece ser que es solo un rol más que cumplir por ser hombres: no abandonar una potencial conquista de aquella chica tan guapa, aparentemente solo porque es guapa?? como si eso sumase puntos o algo así...porque me parece tan superficial que, como también dices tú, se vayan 'enamorando' de la niña con salidas breves y absolutamente arregladas por el productor del show. Creo que se enamoran de ellos mismos, porque salir con ella les entrega cierta masculinidad diferente a la que manifiestn cotidianamante...parece que se sienten de una extraña manera más machos, más valiosos y que la potencial eliminación del show no es una herida al amor que le profesan a "Cari", sino que es una herida a lo más profundo de su ego alimentado por la situación a la que fueron sometidos.
Me fui en volá! Saludos
Nati

Anto dijo...

Mucha razón en la mirada a los prospectos. La lucha de egos se hace cada más evidente ya que los 'machos' se pelean y agreden verbalmente a diario y eso al director le gusta.
He visto casi todos los reality del 13, este sin duda es el peor.
Gracias por la volada!! tu mirada engrandece mi texto!!