mayo 04, 2007

Odi et amo

Algunos días atrás una profesora nos pidió a la clase que uniéramos dos términos que nos parecieran extremadamente lejanos como "manzana y libro" "telas y árboles" o cosas así, aunque si lo pensamos podemos acercarlas siempre de alguna manera.
Uno de mis compañeros dijo "Amor y odio", pero de inmediato fuimos varios los que dijimos: no esas palabras están muy cerca. Y así parece ser.
Cinthia decía en un post que esas dos emociones no pueden ir separadas y precesisamente , y tal como le ocurre a Cinthia, a quien más amo es a quien mas he llegado a odiar.
Soy todo tu mal? Quizás. En esos minutos dejo de ser yo misma, y soy una cargada de odio, de rabia, de rabia dolorosa. Nadie más ha visto a esa yo misma. Y hablo, y uso mi palabrería creativa para odiar, para producir dolor.

En los Catulli Carmina el amante afirma en una oportunidad que ama y odia. Ama a su amada Lesbia con toda la pasión de un amor no cristiano, un amor corpóreo, lleno de vitalidad y fuego. Del mismo modo odia, con un odio no cristiano, no compasivo.
Odi et amo, sin saber por qué ambos sentimientos conviven juntos. Odi et amo, y es algo que tortura, que nos hace sentir como si fuéramos males, malas mujeres. Probablemente tenga que ver con nuestra herencia cultural de lo que es el amor, cristiana-occidental, por lo demás. Nuestra forma de amar es cultural: el amor está configurado por una serie de factores que han devenido el amor actual.
Catulo, seguramente, no se sentía ni un mal ni un mal hombre.
Pero nosotros sí. Amamos y odiamos a quién más amamos. Es en ellos en quienes descargamos nuestra rabia, nuestro dolor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Supongo que el amor y el odio son como el Ying y el Yang. Nuestra parte buena y la que es mejor esconder bajo la cama.


Saludos!!